
¿Esto es lo que saqué de Don’t Look Up?
Tu calificación:
De que va
Cero complicaciones para contar la trama. Simplemente un grupo de científicos descubren un asteroide de un tamaño considerable para destruir la vida del planeta tal y como la conocemos ¿y cual es la reacción del mundo? No es importante, porque no me han dicho que es importante.
La travesía de Randall y Kate es magistral. La serie de cambios frente a toda la estupidez con la que tienen que lidiar es tan sorprendente y abrumadora, que comprendes perfectamente por las situaciones que estos dos están pasando y como cambia su perspectiva ante el mundo que los rodea, logra transmitirme un mensaje con el que estoy completamente de acuerdo. Pero que, en contraste, encuentro muy difícil de efectuar. Y me refiero al control, o la ilusión del mismo.
El planeta tierra si de por si ya tiene una fecha de fin, nosotros también nos encargamos de reducir ese conteo constantemente desde muchos y variados frentes. Comenzamos con nuestro primer conteo del fin del mundo, simplemente cuando el sol se extinga y de ello no hay vuelta atrás. También estamos firmando nuestras variadas sentencias de muerte a lo largo del planeta. Tenemos los problemas derivados del calentamiento global y la contaminación. La preocupante escasez de agua y alimentos en una cultura que desperdicia a una escala de toneladas diarias. El radical y cambiante clima. Los fenómenos naturales que al parecer cada vez van subiendo más de nivel. Conflictos bélicos y políticos internacionales tanto nuevos como eternos. Simplemente, ¿cuánto tiempo llevamos ya de pandemia? Anyway…
Lo que todos estos fenómenos y situaciones globales de impacto en todas las esferas que rodean la vida y el quehacer humano día a día, comparten una cosa en común. Y eso es la ilusión de control. Por supuesto que no es lo mismo el control que obtenemos por sensores de alertas sísmicas en poblaciones o ciudades o el de un maniático con un dedo encima del botón de lanzamiento de una ojiva nuclear, o una alerta de tornado, etc. Cada uno es distinto y se mide de acuerdo a lo que la ciencia dicta. Pero la humanidad se siente de cierta forma con el control de ello, por eso la ilusión del control.
Ese control sumado con la improbabilidad de las cosas, las estadísticas y la mera necesidad de no vivir en una paranoia constante, nos permiten vivir una vida plena y rica en experiencias donde no estamos pensando constantemente en el fin del mundo entregándonos al caos y la locura.
Pero ¿qué pasaría si existiese un evento de tal magnitud en el que no existe el control sobre lo que esta por ocurrir y simplemente la cuenta regresiva es inevitable y bastante más corta de lo que uno desearía? Pues Don’t Look Up es la respuesta a esa pregunta.
De una forma casi poética, la travesía de estas reinterpretaciones de Dante a lo largo de los distintos círculos del infierno son una auténtica locura. Donde sus voces no logran tener el eco que deberían tener por la importancia de lo que están comunicando. Tal vez no por “salvar a la humanidad” pero para poder comunicarle a la gente que se detenga un momento a pensar y evaluar lo que realmente es importante en su vida y que desgarradoramente cierto, damos por hecho y no lo valoramos.
Sin tratar de spoilerear, Don’t Look Up tiene un final perfecto, es satisfactorio al nivel de la narrativa. Con tal nivel de empatía y comprensión sobre el auditorio que sinceramente el mensaje lo recibí cálido y agradable. Acompañado de una enorme cantidad de carcajadas por tantas observaciones cómicas sobre la vida actual.
A quienes valoramos, que es lo que nos importa y nos mueve. Nuestros héroes e íconos, figuras inspiracionales e imitables. O bien, las causas nobles en las que creemos y apoyamos. Todo esto esta ahí, pero con esa piedrita de la que hablaba al principio. No es el mensaje, es la forma. Es decir, no es que no sea noble unirse a una causa y cantar el himno que la soporta o el estandarte que la avala. Es la forma, la forma en la que nos acercamos a esa causa, la forma tan superficial en la que apoyamos con nuestros efímeros actos o esfuerzos. La holgazanería del compromiso y la facilidad con la que nos distraemos con cualquier otra cosa que se convirtió en #tendencia.
Y todo eso está presente todo el tiempo en toda la película. La casa blanca y sus “crisis” o su compromiso con un cierto estilo de vida y los estándares internacionales de su propia relevancia. Por supuesto que todo va ligado a su presupuesto.
Los medios y la importancia de la comunicación. Las redes sociales y el impacto de la voz del mundo y de sus pobladores alrededor del mundo en todo momento. Siempre alguien tiene algo que opinar. Pero nada de eso importa si no logras transmitir el mensaje de la forma más viral. Sin importar si es controversial o tan siquiera real.
Y en otro subtema completamente introspectivo, la forma en la que llevamos nuestras relaciones interpersonales con todas las personas con las que interactuamos. A las que queremos y con las que tenemos que estar. Como todas las situaciones evolucionan de acuerdo al contexto en el que se plantean. Y hay aspectos que se mantienen estáticos. Otras son las relaciones que se mantiene estables, aunque escasas, casi extintas. Pero como cada una de esas tiene su valor, también, todo depende del ojo con el que la mires.
Conclusión
Creo que goza de un nivel de complejidad alta. Creo que es necesario, y sobre todo en la sátira, saber transmitir el mensaje para que este logre permear todos los niveles en los que deseas transmitir tus múltiples mensajes, y claro en sus distintas tonalidades. Y que, por cierto, todo al mismo tiempo sea entretenido y rentable. Es una tarea muy difícil y compleja y más con las varas con las que medimos todo actualmente. Un mundo donde no hay garantías y se busca solo la satisfacción inmediata.
Y creo que Don’t Look Up es esa pausa, que, de una manera muy entretenida, que todos necesitamos ver y experimentar por lo menos una vez. Tal vez derivé mucho del mensaje, el subtexto y sus mensajes, pero justamente esta película plantea exactamente esa misma situación. Tal vez no encuentres en ella nada de lo que estoy compartiendo, demonios, tal vez entendí muy mal esta película y el mensaje es otro. (Ya debería dejar de fumar esa madre) Pero si te puedo decir que, Don’t Look Up si no te gusta, por lo menos te incomoda.
PS: La canción de Riley Bina es la cúspide de la incomodidad ante nuestra consciente ignorancia.